Ya en 1962 la Dra. Rachel Carson, en su libro “Silent Spring” relataba el daño brutal que determinadas sustancias químicas producían en los ecosistemas locales. El libro provocó una llamada de atención que acabo inspirando los modernos movimientos de defensa de los ecosistemas.
En 1998, los profesores Paul Anastas y John Warner publicaron el libro Green Chemistry: Theory and Practice. En el establecen los 12 principios base de la química sostenible o química verde:
1. Prevención
Es mejor evitar la formación de residuos que tratarlos o limpiarlos después de que se hayan formado.
2. Economía de átomos
Los métodos de síntesis deberían diseñarse para maximizar la incorporación de todos los materiales utilizados en el producto final.
3. Productos químicos intermedios menos tóxicos.
Siempre que sea posible, las metodologías sintéticas deberían diseñarse para usar y generar sustancias con poca o ninguna toxicidad para la salud humana y el medio ambiente.
4. Productos finales más seguros.
Los productos químicos deberían diseñarse para mantener la eficacia de su función, a la vez que reducen su toxicidad.
5. Reducción del uso de sustancias auxiliares.
El empleo de sustancias auxiliares (como disolventes, agentes de separación, etc.) debería evitarse en lo posible, y ser inocuo cuando se empleen.
6. Reducción del consumo energetico.
El impacto medioambiental y económico de los requerimientos energéticos debe ser reconocido y minimizado. Los métodos sintéticos deberían aplicarse a presión y temperatura ambiente.
7. Uso de materias primas renovables.
Deben utilizarse materias primas renovables siempre que sea técnica y económicamente viable.
8. Reducción de la derivatización innecesaria.
Deben utilizarse materias primas renovables siempre que sea técnica y económicamente viable.
9. Uso de catalizadores.
Los reactivos catalíticos (tan selectivos como sea posible) son superiores a los reactivos estequiométricos.
10. Diseño para la degradación.
Los productos químicos deben diseñarse de forma que al final de su función no persistan en el entorno y se degraden en productos inocuos.
11. Desarrollo de tecnologías analíticas para la monitorización en tiempo real.
Deben desarrollarse metodologías analíticas que permitan el seguimiento y control de procesos en tiempo real, antes de que se formen sustancias peligrosas.
12. Minimización del riesgo de accidentes químicos.
Las sustancias químicas y las formas en que se usan dichas sustancias en un proceso químico deben escogerse para minimizar el potencial de accidentes químicos, incluyendo vertidos, explosiones e incendios.
Sin duda, hoy día la Química Verde es una realidad en muchos procesos industriales, algunos de los ejemplos más innovadores de la aplicación de la química sostenible se utilizan ya de forma cotidiana. Destacan, por ejemplo, los extintores verdes, que utilizan surfactantes biodegradables para crear espumas antiincendios; el CO2 supercrítico, un sustituto sostenible de sustancias más perjudiciales utilizadas tradicionalmente en la limpieza en seco de tejidos; o el ácido poliláctico, usado para diseñar materiales biodegradables. Por último, también se ha reducido la contaminación por plomo en distintos productos, como los pigmentos, los biocombustibles o la gasolina sin plomo.
Muchas industrias químicas han incorporado la Química Verde a sus departamentos de investigación. La razón es simple: se han dado cuenta de que es más rentable que la química convencional por diversos motivos, pero quizá el más poderoso sea que con la química verde se reducen a la mínima expresión las plantas de depuración; esto significa muchos millones de euros. Hablar de Química Verde no es hablar de una rama de la química, sino de una serie de principios de sentido común. Por este motivo, la Química Verde está llamada a desaparecer una vez que se incorpore a todas las ramas de la química: es una filosofía, es química pero pensando las cosas de una forma un poco distinta.
Comercial Hospitalaria Grupo3 está totalmente convencida que debe contribuir a esa tendencia ofreciendo soluciones que la hagan posible. Nuestra representada Goodfellow lleva años suministrando biopolímeros como una parte importante de su programa de suministro y por otro lado, Axcend nace para dar una solución “verde” a una técnica analítica, el HPLC, con una reducción del consumo de disolventes y de la producción de desechos muy notable, pudiendo reducir ambos por un factor de 100.
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